La mayor oferta de focos para marihuana
Los sistemas de iluminación para cultivar marihuana en interior son un factor decisivo. El periodo de crecimiento debe ser de 18 horas de luz y 6 de oscuridad. Debemos igualar las horas de luz y oscuridad 12/12, para pasar a floración, por lo que los focos resultan fundamentales.
Saber escoger un buen equipo de iluminación es vital. Un kit de iluminación completo, con un buen balastro, una buena bombilla y un reflector apropiado, nos asegura unos óptimos niveles de luz en el cultivo en interior de cannabis.
En nuestra seccion de Kits completos para cultivar marihuana en interior , hay ofertas de kit confeccionados para todas las necesidades.
Podemos escoger reflectores refrigerados, o abiertos, en función de los requerimientos de nuestra sala de cultivo. Recomendamos reflectores refrigerados por su amplia reflexíon y su gran evacuación de calor.
Hay variedad de focos, bombillas y lámparas, dependiendo de las necesidades. Bombillas para crecimiento o mantenimiento de plantas madres, bombillas para floración y bombillas mixtas.
Iluminación para el cultivo de Marihuana
La iluminación es uno de los aspectos más importantes para conseguir cultivar una planta de Marihuana de buena calidad y productiva.
Tipos de iluminación
En las actuales lámparas encontramos dos tipos de iluminación: incandescente y luminiscente.
Las lámparas con filamento convencional generan luz por incandescencia, mientras que las bombillas de vapor de sodio de alta presión (HPS) y las bombillas de halogenuro metálico (HM) (las más habituales en el cultivo de Marihuana) emplean un diodo y operan por fotoluminiscencia.
También, hay lámparas fluorescentes que son capaces de servirse tanto de la incandescencia como de la fotoluminiscencia.
El espectro lumínico adecuado para la Marihuana
Las plantas de Marihuana requieren de un color distinto del espectro de luz en función de la fase en la que se encuentren: durante la etapa de crecimiento necesitan luz azul (450-500nm) y luz roja (610-750nm) durante la floración.
Por ello, los cultivadores apuestan por tubos fluorescentes o bombillas CFL de luz azul para la primera fase de vegetativa. Posteriormente, para su crecimiento cambian a luces con el mismo espectro pero mayor potencia, como las bombillas HM con el objetivo de que la planta crezca más robusta.
Las luces con espectro rojo se emplean durante la floración, porque se asemeja al espectro natural en exterior durante los meses de otoño, empleando las lámparas HPS y sistemas LED.
Por otra parte, han aparecido bombillas de Alta presión de Sodio denominadas Agro, Dual ó Grolux que aumentan hasta un 40% la tonalidad azul, para brindar combinación de espectros adecuados para todas fases del cultivo.
Cabe mencionar, que la luz verde no afecta a las plantas, por lo que suele ser la elegida para los cultivadores que quieren aprovechar para trabajar con el cultivo cuando las luces están apagadas sin provocar estrés a sus plantas.
Sistemas de iluminación para la marihuana
Fluorescentes y bombillas de bajo consumo
Estas lámparas producen la luz perfecta para enraizar esquejes y arrancar semillas por su reducida potencia, su bajo consumo y bajo calor.
Las bombillas de bajo consumo CFL (Compact fluorescent light), son una de las opciones más idónea para cultivar en espacios reducidos. Disponen de un balastro incorporado, de manera que sólo se necesita enroscarlas al reflector y conectar.
Son muy empleadas tanto en la etapa de crecimiento o como para el mantenimiento de plantas madres.
Por su parte, las fluorescentes tienen la ventaja de que aunque a primera vista puede parecer que emiten menos luz, cubren un mayor espectro y proporciona las longitudes de onda necesarias para el desarrollo vegetal y así como el suministro de ultravioletas e infrarrojos adecuado.
Además, son de bajo consumo, producen una reducida cantidad de calor y distribuyen la luz de manera equilibrada a todo el armario o habitación.
Sin embargo, por su baja potencia se suelen necesitar varias lámparas de este tipo e instalar un sistema para acercarlas y alejarlas de la planta.
Por ello, las lámparas fluorescentes cada vez se utilizan menos y se apuesta por las lámparas de halogenuros metálicos para la fase de crecimiento.
Las fluorescentes oscilan entre 18 y 55W por tubo, mientras que las CFL varían desde 100, 125, 200 y 250W (también disponibles con espectro rojo, para reducir el calor en floración).
Lámparas de halogenuros metálicos o HM
Para aumentar el crecimiento, lo mejor es seleccionar este tipo de iluminación porque cuenta con una elevada potencia. Requieren de un balastro para encenderse, que suelen ser compatibles tanto con bombillas HM como con las de sodio de alta presión o HPS, empleadas normalmente para la floración. Sus potencias más comunes son de 250, 400 y 600W.
Bombillas de vapor de sodio a alta presión o HPS
Son las preferidas para la fase de floración junto con los paneles LED. Sus grandes ventajas son su excelente rendimiento, su eficiencia, su larga duración y el espectro alto de rojos y amarillos.
Sin embargo, provoca una elevada cantidad de calor, por lo que en caso de emplear estas bombillas, se recomienda combinarlas con reflectores conectados al extractor, para reducir la temperatura del armario de cultivo.
Requieren de un balastro, que regula el voltaje y su potencia, adecuado a su consumo para poder funcionar de manera correcta.
Existen bombillas HPS mixtas (dual spectrum) que se pueden emplear tanto en la etapa de crecimiento como de floración porque ofrecen los dos espectros lumínicos necesarios para las plantas de Marihuana.
Hay una gran variedad de este tipo de bombillas desde 250w, 400w y 600w y de 29.000 a los 92.000 lúmenes.
Paneles LED
Es uno de los sistemas de iluminación que más está creciendo porque produce los mismos resultados que las bombillas HPS pero con un consumo y emisión de calor mucho más reducidos.
Se tratan de unidades pequeñas, por lo que debemos emplear varias para incrementar su potencia, que utilizan como fuente de luz diodos emisores de luz que no pierden energía al generar luz, siendo el sistema de iluminación que más aprovecha la energía.
Ofrecen todos los espectros lumínicos por lo que se adapta a las necesidades de cada fase y emiten luz contínua, a diferencia de los focos hps o de halogenuro que la emiten intermitente, lo que puede generar estrés a las plantas. Además, los LED no merman su rendimiento lumínico durante toda su vida útil.
Aunque son más caros en el momento de la adquisición, acaban por ser más rentables y no generan casi calor por lo que puede que debamos proporcionar calor extra durante los meses más fríos del año con antas térmicas, cables calentadores, etc.
Hay todo tipo de paneles LED desde 90 hasta 280W, incluso superiores.
Reflectores
Para poder aprovechar al máximo todo el potencial que nos brinda un sistema de iluminación, se aconseja contar con un reflector para mejorar su rendimiento.
Se encargan de reflejar hacia arriba la luz que sale de las bombillas, redirigiéndola para que recaiga directamente sobre las plantas, pero sin producir tanto calor.
Estos son algunos de los tipos más conocidos
Kits de iluminación
Los kits de iluminación incluyen todos los componentes que necesitarás para la iluminación de tu armario o sala de cultivo.
Hay diversos tipos desde los más básicos hasta los más completos, dependiendo de las necesidades de cada usuario.
Consejos sobre iluminación en interior
La Marihuana requiere de distintas horas de luz y de oscuridad para poder desarrollarse, en función de la etapa en la que se encuentre. Generalmente, durante su crecimiento necesita de 16 horas de luz y 6 de oscuridad mientras que para floración se igualan las horas de luz y oscuridad siendo de 12 horas cada una.
Esto se debe a que las plantas poseen fitocromos, pigmentos azul-verdosos que se encuentran en las hojas, que detectan la duración del día y generan una repuesta fisiológica según las cantidades relativas de luz y oscuridad en un periodo de 24 horas, regulando la floración en el cannabis. Estos fitocromos responden al espectro rojo de la luz y se convierten durante un periodo oscuro prolongado a otros fitocromos o se destruyen.
En este sentido, para poder organizar la iluminación, sin necesidad de estar todos los días pendientes, es aconsejable comprar un temporizado o un programador que se encargue de encender y apagar las luces automáticamente.
Es importante tener en cuenta que las bombillas pierden un 50% de intensidad lumínica en un año de uso continuo, es decir, durarán unas 3-4 cosechas, aunque no se aprecie a simple vista, se deben reemplazar.
Por otra parte, las bombillas han de mantenerse a una distancia mínima de las plantas, aproximadamente a unos 40 centímetros las de 400 w. y 60 centímetros las de 600w, de lo contrario se podrían quemar o deteriorar.
Siguiendo estos consejos, conseguirás tener el mejor sistema de iluminación para tu cultivo de Marihuana.